Sí o sí, me quedo aquí

Seamos sinceros, ¿quién no ha buscado en google opiniones de terceros a la hora de comprar un producto? 

Una de las mejores cosas de esta era de la comunicación es la interacción, aunque a algunas grandes marcas les siente mal, y eso conlleva que todos podamos dar una opinión y encontrar otras. Pero centrémonos en los productos y el "target" (horrible palabra por cierto). No todo el mundo es CocaCola o Evian o Desigual u otra de las grandes para hacer geniales campañas de marketing donde sabes que el resultado, bueno o malo, será que seguirás estando entre los primeros. Y normalmente hacen la campaña para apelar a los sentimientos: alegría, juventud, nostalgia, humor, buen rollo en general. Todo el mundo sabe cómo se llena la boca de burbujas cuando bebes ese refresco o ha compartido el anuncio de agua o se ha comprado, mínimo, una camiseta o bolso de la marca de ropa. No creo que Loewe haya dejado de vender demasiado con su pésima campaña de hace pocos años. Así pues, ellos utilizan los medios para que se hable más de ellos. ¿Pero realmente captan más clientes/consumidores? ¿Intentan llegar a otro objetivo/target?

No sé ellos, pero los demás productores de COSAS (ya sean electrodomésticos, jabones, estancias rurales, restaurantes, pinturas de uña, abogados, Community Managers...) lo tienen más complicado porque sin duda, buscarán referencias de ellos en la web. Primero irán a buscadores, luego irán a canales sociales empezando por facebook, twitter, youtube, linkedin... harán una búsqueda exhaustiva para ver el producto, la web, los textos que proporcionan... y luego, si les ha gustado lo que ven irán más allá. ¡Compararán! Preguntarán a sus amigos, familiares y conocidos por ese servicio o producto concreto y luego buscarán comparativas online, sobre todo si son aparatos electrónicos. Es más, creo que acierto si digo que ese es el orden correcto de búsqueda: fotos, textos, facilidad, opiniones.

Hay diferentes grupos que ya han creado casi un universo paralelo de productos, comunidades y blogs para difundir todo tipo productos, no, no solo de productos, de una forma de vida concreta que abarca muchos servicios. Ejemplos varios: las madres, la repostería, la moda, la fotografía, hasta el humor. Así que no importa si vendes biberones o peleles de croché, si vendes objetivos fotográficos o tienes un blog profesional de fotografía, o si eres diseñador de moda o bloguera de moda para lucir esos diseños. Es importante estar ahí. Hasta un carpintero de barrio podría ser perfecto para ese grupo de madres que quieren un mueble especial.

Así que muy bien, tenemos que estar en internet, pero no de cualquier manera.


  • Enseña tus productos con fotos de calidad
  • Explica tus servicios
  • Haz tu web o blog fácil de leer, fácil de usar, no recargues
  • Facilita los datos, facilita el seguimiento
  • Comparte y da opción a compartir


Y llegados a este punto, tengo algo más que decir, hay mucho buenrollismo aquí en el mundo 2.0, salvo algunas excepciones, todos queremos ayudarnos, todos queremos que nos compartan, pero no caigamos en la bobería de la sonrisa perenne y el sí a todo. Hay que ser críticos, objetivos. No solo se aprecian los buenos comentarios y los buenos resultados, sino también cómo has sabido resolver las críticas y las crisis en social media.

Sin miedo.


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About Ana M.

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