Nuestra forma de comunicación ha cambiado, no hay duda. Y muchos son los que se empeñan en proclamar el peligro "antisocial" de los nuevos métodos de interacción. Pero más allá de patologías excepcionales, ¿realmente la comunicación entre personas está en peligro? Creo que es al revés. Las nuevas tecnologías han abierto el mundo comunicacional (siempre hay extremos y peligros, por supuesto), pero ahora COMPARTIMOS MÁS. Muchos se abruman cuando en un autobús las personas van viendo sus dispositivos móviles. Esto me sorprende. ¿Es que antes hablaban entre ellos por no tener móvil? ¡Claro que no! Miraban por la ventanilla, escuchaban música, leían un libro, o simplemente viajaban, sin más, no veo un cambio en que se vaya mirando el whatsapp, de hecho muchos van con una sonrisa en la cara. ¿Que están mirando una pantalla? Si. ¿Y qué? ¿Son antisociales? Me he pasado horas en estaciones de autobuses, aeropuertos, salas de espera, muerta de aburrimiento. Ahora tenemos la posibilidad de aprovechar esos momentos, o no, ahora tenemos otra opción. Quien quiera hablar con el de al lado lo va a seguir haciendo, de eso no hay duda. Pero lo que quiero decir es que ANTES tampoco era lo habitual. A ver si va resultar que en los años 80 estábamos todo el día de cháchara por la calle unos con otros, desconocidos con desconocidos. Nuestro famoso refrán "los amigos se pueden contar con los dedos de una mano" tiene muchos años, ¿centenares? Ahora sigue siendo igual. Pero nuestra visión y posición es más infinita. ¡Eso es bueno!Situaciones que antes eran imposibles son ahora reales, poder intercambiar charlas, artículos, pensamientos, no sólo con gente de tu entorno sino con gente alrededor del mundo. Todo eso ofrece posibilidades de comunicación a personas que antes lo tenían muy difícil, personas tímidas, con poca movilidad, personas que viven en sitios de difícil acceso... ¡ahora es posible! El cambio ha sido tan grande para ellos que es disparatado pensar que esto es un retroceso en la comunicación entre personas.
También se quejan de la irrupción de estos dispositivos del diablo en comidas familiares, amigos etc. ¿Y lo que se ríe uno enseñando un chiste que te han mandado y te piden que se lo pases? ¿Y cuando enseñas a tus padres a manejar el móvil? Ahora los hijos hablan más con los padres, son de otra generación, ahora, sin duda, hay más comunicación. Los móviles, tablets, ordenadores, etc, solo son una herramienta para generar y compartir contenido, a veces reiremos, otras aprenderemos, otras nos sorprenderemos. Eso sí, una cosa es que el aparato esté presente, y otra que no se quite ojo de encima. Educación. Antes se leía el periódico en la mesa y ahora se lee el Facebook. Todo en su justa medida.
Lo que si veo es que cada vez somos más incapaces de DESCONECTAR, nos cuesta mucho. Y que ya no miramos tanto el cielo. Pero eso cada uno tiene que ponérselo de objetivo. No es que no haya que estar pendiente del móvil, simplemente hay que querer desprenderse de él para determinadas situaciones, no pasa nada por estar ILOCALIZABLE un rato, unas horas. Mi abuela se mueve por la casa con móvil en mano, si no lo lleva le entra angustia. Así que no es una adicción de la juventud, de hecho padres mayores y abuelos han generado más dependencia que muchos jóvenes.
Y por supuesto, hay que ENSEÑAR a los niños cuando son niños, no cuando sean adolescentes ávidos de formar parte de todas las redes sociales posibles, porque será prácticamente lo que usen durante toda su vida, y lo mismo que se les enseña educación en casa, hay que enseñarles unas pautas de comportamiento al usar todas las plataformas y dispositivos. No se habla con desconocidos en la calle, no se habla con desconocidos en la red.
Pero no es algo malo, no hemos dado un paso atrás. Seamos conscientes de la suerte de vivir esta era y responsables para utilizarlo de una manera adecuada. Todo es posible.
También hay una parte oscura, pero de eso hablaré en otro post.
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