Malas prácticas profesionales. Dicho de otra manera: caraduras

  A más de uno lo que voy a contar les sonará, y es más, echarán una sonrisita y asentirán. Hoy vamos a hablar de las malas prácticas profesionales en el sector del marketing online (se puede aplicar a todos los sectores), o como se suele decir coloquialmente: de los caradura. (He suavizado el tono).

  Tú tienes una empresa, o eres autónomo, no importa, estás lleno de ilusión y ofreces unos servicios, en este caso concreto ofreces servicios de comunicación 2.0. Está muy guay, porque por todos lados la gente ve redes sociales, que si el Twitter, que si el Facebook, Pinterest, que si no sé qué de Adwords, Adsense, y otras cosas raras. Que si blogs, presencia online, calidad vs cantidad etc etc. Y eso hará que las empresas quieran reconvertirse y adaptarse a los nuevos medios, por lo que acudirán a ti, profesional del sector, para ayudarles, asesorarles, orientarles y ejecutarles un plan de acción.

  Tienes una reunión y es maravilloso, le explicas qué es un plan de marketing, qué acciones harás, ideas creativas, plataformas a usar, condiciones del servicio y lo que se tercie. Al cliente le gusta y firma un contrato por unos servicios de comunicación y marketing, donde se le indica que la comunicación empresa-cliente para la obtención de buenos resultados es muy importante, envío de documentación, fotografías, información de la empresa, actividades, actos... todo lo que sea relevante para poder llevar a cabo el trabajo.

El cliente está contento.
La empresa que ofrece los servicios está contenta.
Se prepara un plan de marketing (horas de trabajo)
Se estudia el mercado (horas de trabajo)
Se crean perfiles sociales (horas de trabajo)
Se crea un blog (horas de trabajo)
Se hace un trabajo de contenido y seguimiento diario (horas de trabajo)

  Pasados unos días de cortesía, mientras la empresa está metida de llena en el proyecto, el cliente no contesta a llamadas, no aporta material necesario, no es posible contactar. Se sigue realizando el trabajo usando toda la imaginación, búsquedas de internet, se va a la "tienda" del cliente a obtener material por uno mismo. Pasan más semanas: el cliente no da señales de vida. No contesta. Pasa mes y medio: el cliente dice que no quiere pagar más (ha pagado un mes y el segundo, ya realizado el trabajo, dice que no lo paga porque no le gusta lo que se ha hecho).

  Bien, este es el problema del país, bueno, son dos problemas. Primero que la gente no entiende ni aprecia el trabajo y las horas echadas en Social Media. No lo valoran. Y dos: el país está lleno de majaderos. Quieren que trabajes gratis, que les hagas favores, que "eso de internet" es  algo muy fácil. Pues no. Requiere muchas horas, muchos datos, mucha visión de pantalla, búsquedas infinitas, uso de varias herramientas de búsqueda, de analítica, de diseño, de gestores de contenido. Hay mucho trabajo detrás, mucho. Pero aquí queda mucho por aprender. Por otro lado, el sector en mi opinión, está bastante estancando, siempre son los mismos artículos una y otra vez, y eso no ayuda. Todo es muy "estándar". Y hace falta que el sector se llene de colores, no de un tono grisáceo y aburrido.

  La conclusión es que el cliente rompe su contrato y de paso te pide las claves de todo lo que has creado (no se las des nunca). Esas claves cuestan dinero. El siguiente paso es ver cómo el cliente crea todo lo que tú has hecho de forma paralela de una manera cutre porque dice que tiene un "amigo conocido" que se lo hace más barato y usa exactamente tus mismas técnicas (que no le gustaban nada).

  En fin, ante todo, humildad, honradez y ganas de seguir. Que no fallen las fuerzas. Con el ejemplo y con educación es como se dan lecciones.

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About Ana M.

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